Cuando al fin tenemos el proyecto básico en nuestras manos estamos que no cabemos de gozo.
Al primer finde que llega, nos sentamos en el sofá, lo abrimos, lo empezamos a leer (habla de nosotros y de cómo hemos pensado nuestra Casa) y cuando la cosa se empieza a poner seria con las normativas pues…
Nos pasamos a los planos.
Empezamos a desdoblar…. Joer qué bonita nos va a quedar!
Enseguida se la enseñamos a nuestros suegros, cuñados y amigos más indeseables.
Ala qué gustazo ver sus caras de envidia-pura!
Y regocijándonos en nuestra sabiduría y lo way que nos va todo, no se nos ocurre otra cosa que empezar a pedir presupuestos a empresas constructoras.
Todavía no lo sabemos pero… algo horrible está a punto de ocurrir.
Horrible e IRREVERSIBLE.
Porque pidiendo presupuestos con el proyecto básico, sin saberlo, estamos gastando-bazas para no llegar a ninguna parte.
Eso sí. Sin saberlo también, vamos a empezar a ejercitarnos en el dulce arte de recibir disgustos-gordos.
Nuestra cara de felicidad pronto va a desaparecer. Y no volveremos a verla hasta el final de la obra (si es que llegamos allá).
En el vídeo te cuento algo que, en este punto, yo te desaconsejo encarecidamente, que hagas. También te cuento por qué.
Si no quieres tener que envainártela cuando, pasadas unas semanas, tus suegros y cuñados te pregunten qué tal te va con la casa, dale al play y no tardes mucho más.
Si quieres saber más y lo que te interesa de verdad es encontrar la constructora con el presupuesto más barato, entonces, te recomiendo que te inscribas en este Taller.
Aunque si ya estás metido en obras (o estás a punto de hacerlo) y lo que te quieres es saber Cómo Combatir los Sobrecostes en las obras de construcción de tu Casa, entonces esto otro te va a venir muy, pero que muy bien.